viernes, 3 de agosto de 2012

Capítulo 11: Bromas de mal gusto.

Me quedo sentada en el sofá de su casa, mirando paredes, cuadros, hasta los más pequeños detalles.
-¿Qué? ¿No vienes a dormir? ¿Te vas a quedar ahí mirando?-Pregunta él, de brazos cruzados.
Está sin camiseta, en calzoncillos. Nada raro, es su forma de dormir.
-Si, pero estoy esperando a que me digas donde duermo-.
-En mi cama... Venga, tonta, vamos, que no hacemos nada, ahora no quiero yo-Dice pegándome un jalón del brazo.
Me deja caer sobre la cama, él se mete entre las sábanas y se acurruca.
-Buenas noches-.

Pues ahora, al verle en boxers y sin camiseta como que me han entrado ganas a mi... Pero no se lo voy a decir... Me da vergüenza.
Así que le abrazo por la cintura y cierro los ojos.


Domingo: Abro los ojos. Estamos totalmente a oscuras. Miro mi reloj y esfuerzo mucho la vista para conseguir ver la hora. 11:14 de la mañana.
No sé que voy a hacer en la casa de Raúl, sola, así que lo despierto.
-Dormilón-Le acaricio su nariz con la mía.
-Buenos días *Bosteza*-¿Dormiste bien, princesa?
Asiento con la cabeza y sonrío. Me tiendo encima suya y le abrazo.
-Cuánto te quiero...-.
-Y yo a ti más, mucho más-Me dice esto acariciándome la espalda.
-¿Desayunamos, feo?-.
-Claro, amiga del pelo amarillo.
-Sssh, eso no se dice-.

Vamos a la cocina, le ayudo un poco a preparar el café, no sabe, y él hace las tostadas.
Desayunamos y luego me dice:
-¿Y ahora qué?-.
-¿Que de qué?-.
-¿Que hacemos? ¿Vamos a dar una vuelta por Madrid? O, podemos ir a visitar a Dániel, Flo, Juange...-.
-Vamos a ver a Juange, y luego nos quedamos en mi casa-Propongo.
Y así lo hacemos, nos vestimos y nos vamos agarraditos de la mano por pleno Madrid, atravesando muchas calles para llegar a mi piso, en el que también vive Juange, estamos pared con pared.
Llegamos. No nos paramos más, llamamos al timbre de Juange. Él se impresiona al vernos. Estamos allí hasta las 10 de la noche.
-Juange, adiós, que se nos ha hecho tarde-Decimos Raúl y yo.

Hoy Raúl se quedará a dormir en mi casa.

Abrí la puerta.
-¿Qué? ¿Vas a querer?-Pregunto yo, con interés.
-¿El qué?-.
-Lo que tu querías hacer ayer-.
-Ah, no. Yo no-.

Me quité toda la ropa delante de él. Se muerde el labio inferior.
-Estás tremenda...-Dice pegando unos pasos hasta mi.
-¿Qué?¿Quieres ahora?-.
-Si... Corre.
Corremos hasta mi cama. El se desnudó también, completamente, y pronto empezó a hacerme el amor.
Gemidos, suspiros y demás.
Gemí fuerte.
-S.ssh, q.que Juan.ge n.os va a es.cuc.har...-Me dice él.
-¿¡P.er.o crees q.ue p.uedo?!-Seguí gimiendo.
Me puso una mano en la boca.

Así estuvimos hasta las 5 de la mañana. Después de todo, durmimos.
-Rubia, despierta, que hay programa.-Oigo que me dice Raúl dándome un meneo para que abra los ojos.
-Jo... ¿Qué hora es?-.
-Las 9 y cuarto. Venga, vístete... Yo ya he ido a mi casa a por ropa-Me dice ayudándome a levantar.
Me despierto, cojo la ropa, me visto.
Desayunaré luego. En el bar de siempre.
Preparo el bolso, enciendo un cigarro y me lo voy fumando por el camino.

Al llegar:
Siempre hay gente en la puerta, Raúl se separa de mi, como si no viniera conmigo, y cada uno se hace fotos con cada cual.
Entramos, yo paso al despacho de Flo, donde siempre nos dan el guión, y lo cojo.
Dani está allí también cogiendo su guión, con Cristina.
-Buenos días-Digo con una sonrisa en la oreja.-¿Qué tal pareja?-.
-Bien, jajaja, buenos días-Responden ellos.-¿Ya has desayunado?-Pregunta Dani.
-No-.
-¿Vamos a desayunar los 3?-.
-Pero Raúl también tiene que venir-.
-¡Vale!
Voy al camerino de Raúl, le abrazo por detrás y le susurro:
-Vamos a desayunar-.
Me agarra de la cintura, oh no, que hace, me monta sobre sus hombros. Me voy a caer, ¡¡ayuda!!
Pataleo con fuerza. Dani lleva a Cris de la mano.
-Raúl, vas a caer a la abuela...-Dice Dani entre risas.
Así vamos hasta el bar.

Desayunamos, Dani gasta la típica broma de: 'El otro día se os rompió el preservativo, ¿no la habrás dejado embarazada?' Y son bromas que a mi no me gustan, porque puede algún día llegar a ser cierto y yo no estoy preparada.
Imagina: Raúl me deja embarazada y pasan meses y a mi Raúl no me dice que se le rompió el preservativo o algo por el estilo. Pasan unos meses. Noto dolores y voy al médico. 'Estás embarazada', me dice. Y yo, no soy capaz de dañar a este pequeño ser que es una pequeña parte de Raúl y mía con pastillas o algo que pueda hacer abortar. Y no, no son bromas que me sienten bien.